lunes, 23 de marzo de 2015

AUTONOMÍA

Realmente pienso que como madre, cuesta un poco saber cuando mi niña va a poder, o va a ser capaz de hacer según que cosas sola, ya que, aunque la vea crecer...sigo teniendo ese instinto protector que en según que situaciones aumenta a 1000% .

Seguramente muchas veces hemos dicho, pensado u oído frases como:

<<Aunque sé que es capaz de hacerlo él solo, por circunstancias varias, se lo hago yo...>>
<<No me fío de dejarle que llene el vaso con la jarra solo>>
<<Se sentirá cohibido los primeros días de clase porque como no conoce a nadie....>>

Con estos pensamientos tendemos a infravalorar la capacidad y la autonomía de nuestros niños. No obstante, debemos de hacer un esfuerzo, y dejar que nuestros pequeños experimenten por ellos mismos cada una de las situaciones que le plantea la vida.
Aunque los veamos un poco "torpes" si no les dejamos que ellos mismos intenten desenvolverse de la manera que ellos crean conveniente, solo estamos potenciando la inseguridad, un factor sin duda negativo para desarrollar una correcta autonomía.

Supongo que habréis notado que al rededor de los dos añitos, tienden a querer hacerlo todo solos, y poco después (ya sabiendo hacer las cositas solos) adoptan la actitud contraria <<quiero que lo haga mamá o papá>>.
Aunque no lo creáis, este es el momento clave para ayudar a nuestros pequeños a potenciar una autonomía esencial para su desarrollo. Debemos evitar a toda costa las etiquetas como <<vago, torpe..>> ya que lo único que conseguiremos es que se acomode más y cojan ese pretexto como un hábito.

Sé que es difícil en según que momentos, conciliar el día a día con las iniciativas de nuestros pequeños, pero, cualquier momento es bueno para potenciarlo, por ejemplo, Adaia, sabe vestirse sola, pero hay veces que por la mañana, la visto yo, por llegar a tiempo al cole o al trabajo, por desgracia, hay momentos que es verdaderamente imposible poder hacer todo lo que deseamos, ya que estamos sometidos a una rutinas que hay que cumplirlas, pero en este caso... si veo que por la mañana no puedo dejarle total libertad para que ella haga (ya que vamos justas de tiempo) lo substituyo para otro momento..por ejemplo, quitarse la ropa y ponerse el pijama (ya que no tenemos prisa, y si se equivoca puede empezar de nuevo, sin que nos espere nadie...).

Para ayudar a potenciar esa autonomía, tenemos que hacerle sentirse válido, como os hablaba en el otro post de Autoestima, los niños necesitan sentirse útiles pero pasando por el fracaso y la frustración...
Una vez más os invito a que os pongáis en la piel del niño, veréis un mundo lleno de obstáculos, peligros y de prohibiciones inmerso en un bombardeo de advertencias de los adultos, que lo único que consiguen es evitar esa derrota y cortar de lleno la iniciativa... de esta manera, evitamos la derrota pero tampoco saborean el éxito, por lo tanto, estamos evitando que el niño desarrolle una confianza y su capacidad para resolver cualquier situación o problema.
Lo que debemos hacer es dejar que se desenvuelva y experimente lo que salga en cada situación.

Por otro lado tenemos que dejarle la libertad de tomar decisiones propias, dentro de unos límites, así les damos confianza en ellos mismos. Ojo! si les damos esa posibilidad, hay que respetar su decisión, y aunque nosotros prefiramos otra alternativa, hay que respetar la que haya elegido y llevarla a cabo.
Desde pequeñitos podemos ofrecerle esta posibilidad con cositas simples, por ejemplo, como colocar sus juguetes (dándole varias opciones y que ellos escojan).

También es muy importante, que cambiemos un poco el chip, y en lugar de advertirle los peligros y evitar las dificultades, darle recomendaciones de manera positiva. Por ejemplo: Si tenéis miedo de que al echarse el agua en la jarra tire toda el agua..debemos substituir <<ten cuidado que no caiga>> a <<coge la jarra con las dos manitas que pesa mucho>>.

Muchas veces oigo decir a madres, que ante situaciones que a sus hijos les da pánico, les fuerzan en hacerlas....sinceramente no creo que sea lo más correcto, ya que, de esta manera solo ayudamos a potenciar esos miedos, todas la situaciones se acaban superando, pero también hay que tener en cuenta que tienen su proceso, y para ello, nuestro papel como padres, es fundamental.

Otro error que cometemos mucho (aunque no sea con mala intención), es contar situaciones (de fracaso para el niño) en público, asimismo comparándolo con otros niños, de esta manera, lo único que conseguimos es que, potenciemos el miedo a equivocarse y a recibir desaprobaciones (Autoestima).
En caso de que se equivoque, debemos evitar juzgarlo, y hacerle ver que los errores son simplemente para mejorar y aprender, de esta manera potenciaremos la confianza en ellos, y esto hace que se sientan seguros y desarrollen una correcta autonomía y a la vez autoestima.

Para acabar, recordaros, que aceptar la separación de los padres en cualquiera de los sentidos, es una prueba de autonomía. este proceso de maduración y de desarrollo esta acompañado de miedos y ansiedades que los niños superan a su debido tiempo, de manera más amena si les acompañamos teniendo en cuenta los factores fundamentales en la educación como; el respeto, dialogo y los limites.

<<Los niños pueden soportar las separaciones y gestionarlas si han adquirido la confianza y experimentado el hecho de que estas separaciones son dolorosas, pero se pueden superar, y que es posible salir de ellas>> Jan Uwe


jueves, 19 de marzo de 2015

AUTOESTIMA

Aunque nos parezca mentira, la autoestima de cada ser, empieza a construirse des de los primeros añitos de vida, esto le permitirá convertirse en un ser ÚNICO.

Un ser único en su manera de ser, de pensar y de actuar, de la misma manera,, empieza a elaborar unos sentimientos y convicciones que le permitirá hacerse una idea de sí mismo, y en esta fase los padres tenemos un papel fundamental para ayudar a construir esa imagen que poco a poco irá adquiriendo una forma más personalizada.
Nuestra aceptación en este procedimiento, es clave para ayudarlo ha formar una imagen positiva de si mismo. De lo contrario, si mostramos nuestra parte de desaprobación en cada cosa que realiza, lo único que conseguiremos es que el niño no se sienta preparado para satisfacer las expectativas, y por lo tanto desarrollará un sentimiento de inferioridad y de falta de capacidad.
Ojo! en ningún momento estoy diciendo que todo tengan que ser aceptaciones, simplemente acompañarlo en su desarrollo y darle nuestro apoyo en todo...

Otro de los puntos clave en este desarrollo, es la frustración... los adultos no nos podemos a llegar a imaginar las innumerables frustraciones que están sometidos nuestros peques... en una simple acción que nosotros ya tenemos adquirida des de hace años, para ellos es mucho esfuerzo, aunque no lo percibamos de esta manera.

El primer paso que tenemos que dar para acompañarlo en esta etapa es intentar entender la manera en la que ve el mundo, respetando cada etapa de crecimiento.
Carls Roger apunta<< esto influirá en el grado de satisfacción o desilusión ye experimentéis cuando las expectativas que tengáis con respecto al pequeño sean satisfechas o incumplidas>>

Para que un niño tenga seguridad en si mismo, hay que crear situaciones en las que sepáis con seguridad que el niño va a salir sin problemas; de todas maneras debéis ir complicando las situaciones, o ir subiendo el nivel en la misma actividad... pero siempre estando a su lado, para poder resolver cualquier duda que pueda surgir le en el momento.
Hay que plantear objetivos realistas, para nada empezar de lo más alto.

Por otro lado hay que prestarle atención en cualquier situación, no solo cuando el niño llora o está triste... me refiero a no solamente cuando haya un problema..
Si siempre le acompañamos en su desarrollo, cuando exista el momento <<frustración>> no será necesario que recurra al llanto o la rabieta para captar nuestra atención. Y dialogando todo será mucho más agradable y efectivo para todos.

Últimamente he leído algunos artículos dónde dicen que el "decir muy bien" no es aconsejable del todo, veréis, en mi caso defiendo que las alabanzas son mucho más efectivas si las hacéis de manera espontánea e inesperadamente, me refiero a que , no hace falta que nos muestre algo para felicitarlo, con simplemente observarlos, podemos darnos cuenta de las pequeñas cosas que van mejorando día tras día, por ejemplo, en la lectura o en el dibujo...no esperéis a que os lo enseñe, adelantaros a los acontecimientos!
Con esto, lo que conseguimos es que tengan la sensación de que el elogio no está relacionado con una imposición o demanda sino con lo que están haciendo libremente en ese momento, ya sea leer, dibujar, bailar, jugar...lo que sea!

Es necesario hacer un esfuerzo e intentar evitar a toda costa el castigo (totalmente opinión personal) hay que transmitir una actitud positiva ante todo, pensar que somos espejos de nuestros hijos, eso también influye mucho en esta etapa de construcción de personalidad. Bajo mi punto de vista, hay que enseñarles a que equivocarse es normal y no potenciar el superar a los demás, ya que eso fluye de manera natural y no hay que acentuarlo.

Para acabar puntualizar unos conejitos...

  • Hay que escuchar e intentar no juzgar
  • Aun dentro de los límites precisos, ofrecer la posibilidad de tomar decisiones
  • Ofrecerles una imagen positiva de ellos mismos
  • No comparéis y menos delante de ellos.


lunes, 9 de marzo de 2015

MENTIRAS

Buenos días, en mi post de hoy hablaré sobre las "mentiras" de los más peques por que al rededor de los 5 años cambia un poco el panorama...pero para daros mi opinión de las raíces del asunto.:)

Podríamos decir que la primera mentira que pronuncian nuestros peques es el <<no>> en lugar de un <<si>> pero creéis capaz a un niño de 3/4 años de negar la verdad?

Sinceramente, creo que es una palabra instintiva, pero para nada, lo hacen con la finalidad de negar/ocultar la verdad.

 Aunque nos parezca que ya son capaces de diferenciar entre lo real y lo imaginario no es así...cuando en esta franja de edad dicen una mentira, no es realmente una mentira, ya que no niegan la realidad con el fin de engañar, simplemente cuentan una realidad distinta a la nuestra.

Para poder a "entender" mejor esta visión, debéis de hacer lo que siempre he defendido, intentar poneros en el lugar del niño, en este caso en la mente, así podrá ser más fácil llegar a entender...recordar que nosotros también hemos sido niños, por lo tanto hemos pasado esa fase también...
Cuando menciono que en estas edades no saben diferenciar lo real de lo imaginario, lo digo por que, es una etapa en las cosas reales son muy recientes y las imaginarias todavía están presentes, los peques ven las situaciones como un conjunto indivisible : es difícil diferenciar el pasado del futuro y la causa y el efecto.... ojo! no me refiero a la vida cotidiana y rutinas, si no, a todo lo que respecta imaginación y el desarrollo de explicaciones de cosas vividas (aunque también hay que tener en cuenta la madurez de cada niño).

Tenemos que tener muy claro que el niño esta totalmente convencido que todo lo que piensa se puede hacer realidad, y de manera inmediata.
Con las primeras mentiras, los peques descubren que poseen una mente propia, tienen secretos y vivencias que nadie más sabe ni vive.( de esta manera potencian aún más su imaginación ya que pueden moldear el "echo" a su antojo de manera totalmente privada).

Según los psicólogos es una etapa crucial para el desarrollo de los limites del YO y el concepto de si mismo.

Cómo debemos comportarnos?

Principalmente teniendo en cuenta todo lo que os he comentado, intentar no acusar al niño de que está negando la verdad, simplemente tenemos que pensar en lo ingenuos que pueden llegar a ser y para nada alterarnos y acusarlos del hecho en si.

Mi consejo es que disfracéis un poquito el tema y hagáis hincapié en la actitud que ha quebrantado nuestros principios y valores inculcados, por ejemplo:

<< se ha roto uno de nuestros jarrones favoritos.... no le deis importancia al "yo no he sido" si no recalcar "cuando quieras coger un jarrón tienes que hacerlo con cuidado y con las dos manos">>

De esta manera prestamos más atención a sus emociones en vez de a sus mentiras, y así transmitiremos la seguridad de que confiamos en ellos y que les queremos...

De todas maneras hay que insistir en nuestra desaprobación ( ya que hay que hacerles entender que todos sus deseos no se pueden hacer siempre realidad y de una manera inmediata) pero sin utilizar palabras ofensivas, así ellos entienden el mensaje perfectamente sin que se autoestima se dañe.

Los comportamientos que debemos intentar evitar

  • Llamarle mentiroso
  • Descubrirlo en publico
  • Castigarle
Si procedemos a utilizar estos comportamientos, lo único que conseguiremos en el niño es potenciar a que siga diciendo mentiras y transmitirle inseguridad y desconfianza.

Como siempre os digo, hay que dialogar mucho con ellos, hacerles entender el porque de nuestros "enfados o actitudes", de esta manera ayudamos mucho a su desarrollo cognitivo.

Muchas gracias
Lidia