En general los papis tendemos a castigar a los niños cuando se portan mal, supongo que por impulso o simplemente por "marcar" una autoridad sobre ellos.... la respuesta ante esto puede ser eficaz al momento pero a la larga no sirve de nada.... muchas veces hablando con mamás...me comentan... antes lo apartaba del juego y funcionaba, pero ahora a parte de apartarlo tengo que gritarle...si no, no atiende... y cada vez irá a más....

Dicho esto... tenemos que tener muy presente que la personalidad de nuestros pequeños está en fase de desarrollo, y que los "castigos" marcan y no son entendidos a sus ojos.... en cambio el refuerzo positivo le hace agrandarse, y reafirmar su personalidad en todos los sentidos....
Si se acostumbran a recibir castigos por sus fallos... más adelante (adolescencia) harán lo posible por esconderlos (se inventaran mentiras y excusas) para no tener que afrontar la humillación del castigo.
Por el contrario si el mensaje es educativo y basado en premios y elogios, estarán mas inclinados a confiarse, a admitir sus propios fallos, a buscar vuestro apoyo y los consejos necesarios para esforzarse por mejorar.
Por lo tanto, en lugar de pensar en como poner fin a las actitudes que no nos gustan de nuestros hijos, deberíamos "premiar" las que si "nos gustan" por decirlo de una manera mas entendedora.
Por ejemplo: Estamos en el super y antes de entrar les decimos: si te portas mal esta noche no habrá dibujos....Podemos enfocarlo de otra manera, diciéndole: Vas a ayudar a mamá a hacer la compra y así acabaremos más rápido para poder llegar a casa y ver tus dibujos favoritos.
Resumiendo....premiar a un niño significa hacerle sentir la aprobación de los padres. Los mejores premios, en efecto, son los elogios, que le infunden seguridad y confianza en si mismo.
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